El encierro, estar en casa y alejados de las actividades que colmaban nuestros días, nos empujan a buscar caminos para sentirnos mejor en este nuevo contexto. “Es imprescindible sostenerse con la mayor calma y consciencia posible; encontrar el propio centro en sintonía con los ritmos internos”, nos dice Carolina Sempronii, instructora de Chi Kung, una disciplina milenaria que podemos poner en práctica de manera virtual y sin conocimientos previos para lograr cambios beneficios para la salud. “Rutinas simples, 10 a 15 minutos todos los días”, es la propuesta.
¿Qué es el Chi Kung?
El Chi Kung o Qi Gong, significa entrenamiento de la energía vital. Es una disciplina milenaria que contempla al ser humano como un todo: cuerpo, energía, mente, emociones; inseparable a su vez de su entorno social, de la naturaleza y del universo.
Cuando se habla de Chi o Qi, se refiere tanto a la fuerza vital que anima el cuerpo humano como también a la energía natural del universo: la fuerza original, invisible y creativa que todo lo impregna, que subyace la existencia misma. Es una práctica que busca:
- nutrir la vitalidad y favorecer la libre circulación de la energía en el ser humano.
- sintonizar y armonizar con las fuerzas naturales de la tierra y del universo.
¿Por qué es beneficioso practicarlo?
La práctica regular del Qi Gong es muy beneficiosa ya que despierta los mecanismos innatos de autorregulación y equilibrio del ser humano; armoniza y nutre el conjunto corporal. Una de sus mayores contribuciones es el trabajo desde la prevención de enfermedades y refuerzo de la salud. Algunos beneficios que pueden observarse con la práctica sostenida son:
- Se inducen estados de calma y relajación, lo que ayuda a reducir los altos niveles de estrés y ansiedad actuales.
- El descanso mejora su calidad.
- Aumentan las defensas del organismo de manera natural.
- Educa y desarrolla la capacidad respiratoria.
- Tonifica y fortalece el cuerpo: favorece la irrigación sanguínea, brinda elongación y rejuvenecimiento, lubrica articulaciones.
- Beneficia la columna vertebral, mejorando los dolores de espalda.
- Estimula el funcionamiento de los órganos, los sistemas fisiológicos y la eliminación de toxinas.
- Al desarrollar la concentración, la auto observación y auto escucha, mejora la gestión de pensamientos y emociones.
- Permite conectar con el momento Presente, promoviendo la conexión la Vida y la capacidad de transformación.
¿Se puede hacer en casa, sin experiencia previa?
Desde mi experiencia personal, sí, se puede practicar en estos momentos de quedarnos en casa y no requiere experiencia previa. Si bien el encuentro presencial resulta óptimo, muchos Instructores y profesores hemos venido realizando una adaptación a lo virtual. Personalmente, me ha sorprendido de buena manera al ver resultados positivos aún en esta modalidad. Es importante que el trabajo sea guiado cuidadosamente respetando las posibilidades de quien practique.
Animo a todos quienes sientan curiosidad, a acercarse y tener una experiencia. Esta disciplina es un verdadero tesoro para la salud en estos tiempos. Su práctica es sencilla y accesible a toda persona, se practica con ropa cómoda y no se requiere demasiado espacio. Sus beneficios son potentes si se practica con disfrute y de manera regular.
“En estos tiempos tan desafiantes, pienso que se hace imprescindible sostenerse con la mayor calma y consciencia posible”
¿En qué consiste una rutina? ¿Cuántos minutos se recomienda?
Una rutina básica consiste en preparar el cuerpo realizando movimientos de articulaciones, músculos, tendones y fascias. Luego se ejercitan métodos diversos, algunos más dinámicos y otros más estáticos en los cuales se trabaja en coordinación con la respiración, la concentración y la visualización.
Durante toda la práctica, el objetivo está enfocado en la relajación y en el sentir; en lograr una mayor consciencia corporal. Generalmente, en toda rutina suelen estar presentes el automasaje y/o la meditación.
En cuanto a la duración, una clase completa y profunda, asistida por un/a Instructor/a tendrá una duración de entre 60 a 90min. De esta manera, el/la practicante puede internalizar poco a poco las alineaciones correctas, la relajación, rutinas breves y aplicarlas en su cotidianidad. Luego, en la práctica personal, la duración dependerá de las posibilidades, la decisión y voluntad de quien practique. Se pueden aprender rutinas simples, la clave será perseverar en una práctica regular, cada día unos minutos (10 a 15’), para conquistar cambios beneficiosos para la salud.
Una reflexión que quieras compartir en estos tiempos de distanciamiento social…
En estos tiempos tan desafiantes, pienso que se hace imprescindible sostenerse con la mayor calma y consciencia posible; encontrar el propio centro en sintonía con los ritmos internos, esos que están en conexión con los de la naturaleza, sabiendo que todo es cambio permanente. Estamos próximos a la primavera, época del año donde todo renace y reverdece. Si observamos la naturaleza, veremos su inmensa capacidad de regeneración en cada crisis y en cada ciclo estacional. Este potencial de transformación también habita en cada persona y en la humanidad misma.
En esta época, te invito a preguntarte: ¿Qué te gustaría sembrar y cuidar en vos mismo para que crezca y florezca en tu entorno? ¿Qué aspectos de vos quisieras ver nacer?
Una práctica guiada: https://youtu.be/_RZQRT2S-C4